Caminos








Me desnudo a paso lento
ante el dulce llamado
e incandescente de tu mirada

Me tiendo ahí, a tu lado...

Sientes mi aliento
en el vértice de tu cuerpo

Y yo el deletreo de tus dedos
sobre el vórtice de mis deseos

Te vuelves caricia líquida

Pecado impoluto que se amolda a mi cuerpo

Cual rienda la cabellera
guías con fuerza mi desbocado deseo

Desciendo al centro de tu infierno
ardo en tu fuego más intenso

Te posas en el sendero
que perviertes con tus besos

El infierno, cielo y tierra
en tus manos de alfarero

Caricias que cambian,
que someten, que redimen

Comunión bendita entre mis sombras y tus trazos de luz

Caderas que se elevan
marionetas de tu mar embravecido

Te adentras, te recorro
y el vaivén de nuestro paraíso
se hace eterno

Sigiloso te derramas entre mis muslos ya rendidos

Bebemos juntos
ese elixir que emana
de la misma fuente
dónde nos hemos perdido


Eres latido perpetuo


Soy gemido intempestivo




A.










4 comentarios:

  1. Tus letras son garantía de cosas pronfundas, letras sentidas que nos evocan sensaciones a veces olvidadas.
    Verte escribir sobre erotismo es una verdadera sorpresa, agradable por cierto.

    Me gusta la delicadeza con que nos muestras está faceta tuya.
    Me gustas.

    P.

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  2. Quedo perplejo. Una llama que re-incendia otra llama... Cómo me gusta tu delicada maldad. Jaque al caballero, pequeña. ¡ZAS!

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  3. Sonrío mi niña.
    Solo aspiro a ver ese ramilletes de anantes, llorar en cofradía.
    Cuando te cases conmigo.
    Ejem
    Muas

    S

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¿Y el tuyo?