El corazón se me fue haciendo niño, y es que uno vuelve a donde lo dejan ser.
A veces quisiera domarlo, pero lo imagino riendo y se me pasa.
Ese es mi truco, esa es su magia.
Por las noches corre demasiado, se cree bala, me descubre el pecho y me desgarra el alma.
Entenderlo no sirve como anestesia, y no es que esté de su lado, pero nunca fallo a quién no me ha fallado.
A veces se detiene y me mira con esa indiferencia de quién ha mirado a la muerte a los ojos.
Es incrédulo hasta el tuétano y se ríe cuando le digo que se ha roto en veintidós pedazos.
Cuando me desnudo se burla de mis cicatrices, mientras me pregunta cómo puedo llamarle niño suicida, si yo soy la niña del abismo.
A veces se emociona demasiado, me esfuerzo por no sentirlo, pero me grita que está vivo, y no sólo respirando.
Cansada lo tomo entre mis brazos, lo arrullo y alguna nana le canto, es curioso cómo reacciona ante las caricias, quién ha llorado tanto.
Y cuando por fin lo creo dormido, da un brinco y me invita a bailar. En silencio, sin relojes ni testigos.
Me toma de la mano y me dice: solo déjate llevar.
Quítate todo, menos lo que sientas.
Lo que guardes para ti, contigo se perderá.
Lo que guardes para ti, contigo se perderá.
Y yo bailo, bailo mientras recuerdo lo maravilloso que es rendirte a algo...
Ó a alguien.
Ó a alguien.
A.
Una preciosidad de texto, A. Ojalá los corazones se sintieran balas más a menudo y siempre por buenas razones.
ResponderEliminarEn lo particular y al igual que el tuyo, el mío suele ser niño. No es que sea la única etapa alegre, pero definitivamente anhelo un poquito aquella ingenuidad que me hacía feliz.
Gracias, Holden.
EliminarVividores en estado puro, nuestros corazones.
Un beso.
El mio esta loco, corre detrás de ilusiones y espejismos y no sé como moderarlo
ResponderEliminarBesos
No lo moderes, Chaly...
EliminarCorre con él!
Besos.
Dejarse llevar... sí, algo tan sencillo, tan hermoso, tan placentero, tanto como leer tu poema de hoy.
ResponderEliminarBesos.
EliminarPlacer es tenerte aquí, Toro.
Besos.
Único es tu corazón. Aunque todos tus poemas lo son, este es uno de los más hermosos que has escrito.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Oh, muchas gracias mi querida Sara.
EliminarTú siempre tienes palabras bonitas para mi.
Nada de relojes ni testigos; solo una mirada entreabierta que sepa hacerte reír mientras te aleja del abismo.
ResponderEliminarLos abismos me halan, J. Blesser.
EliminarY a veces río, río mucho mucho cuando estoy ahí.
Gracias por tu mirada.
Besos.
eres poeta de las cosas lindas esas que pasan también cuando somos chicos abrazos
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EliminarSolo soy, Recomenzar. Eres generosa y amable conmigo, gracias.
Abrazos para ti.
ResponderEliminarWou.....
Solo sería capaz de abrazarla, pegar su cuerpo al mío, juntar mi corazón al suyo, respirar su aliento y acompasar sus latidos.
El mío funciona sin ellos...
Es un defecto de los que morimos por vivirla signorina...
Quiere frasearme!!!
No podré vivir sin su dosis...Lo hace todo así?
Produce adicción sabe?
Mala
Beso
S
Sicilia, no sea tan bueno que hoy amanecí blandita, y no respondo, eh!
EliminarHa contemplado escribir poesía?
Hágalo.
Adictiva, dice?
Cuidado conmigo, estoy repleta de espinas.
Besos, muchos.
Un gusto, A.
ResponderEliminarEncantado de tu pluma.
Que tengas buena noche.
***
El gusto es mío, Iván.
ResponderEliminarTú también, descansa.
Besos.