Nací el 1° de mayo de mil novecientos azul, y no recuerdo en qué preciso momento tomé la decisión de hacer este viaje, no recuerdo cuando comencé a sentirme un caballo con las patas rotas, a ser una niña con grilletes a los sueños de este mundo.
Me instalé en la fragilidad que colinda con el miedo, y preferí cobijarme de enfado. Inventé un sí quiero en una época en que sólo podía morder el razonamiento, clavar la uña en la cicatriz, poner el dedo en la herida, ahogar el grito en la almohada descosida.
Algunas veces el peso de la vida se volvía insoportable, y un nudo ciego se construía a lo largo de mis cuerdas vocales.
Ninguna de esas voces era la mía
Algunas veces sólo respiraba hondo y me permitía perder eso que ya había perdido.
Ninguna de esas verdades me pertenecía
Otras tantas mis ojos son un tímido mar, con un par de gaviotas rebeldes.
Porque no hay nada más indómita que la vida
"Tiempo para el crisol
ResponderEliminarAquel intenso calor
Rudo calor forjador
Entonces la espada resistirá
Será precisa
Adonde vaya
Con precisión cortará
Tiempo para el crisol
Alma y corazón al rojo vivo
Golpes aquí y allá
Golpes perfectos
Calor perfecto
Resultado perfecto
Resistencia ideal
Corazón Espada y armadura
Recias batallas ganarán"
Un abrazo, A.
"Sí
ResponderEliminarIndómita es la vida
Pero
También Amiga
Enseña
Señala el norte
Provee para el camino
Enjuga tus lágrimas
Te arrulla
Indómita es la vida
Pero Es bella
Es caballo salvaje
Mas Te lleva si quieres
Y cruzarás los cielos
Y serás su jinete predilecto
Monta el caballo indómito
Acércate con bandera de paz
Hazle especial reverencia
Te llevará"