Dolamas











Quizás es el peso y la tensión de los últimos días ó un descuido en la postura al tumbarme en la cama. Tal vez sea el peso de las bolsas del supermercado, no sé.
Quizás es la edad, pero camino como si hubiera envejecido diez años en una semana y ahora tengo forma de "r".

He mirado el dolor físico con cierta curiosidad desde siempre, y tengo la certeza que dentro de su ya muy mala fama, el dolor tiene el poder de sensibilizarnos. Tristemente es cuando el dolor nos parte por la mitad, cuando abrimos los ojos y despierta nuestra humanidad. La capacidad de conmovernos por el sufrimiento ajeno, la habilidad de imaginarnos cómo siente el otro, la sensibilidad de tolerar y no juzgar.
El dolor se comunica, habla con frases largas e imágenes sostenidas enfatizando la urgencia y las luces rojas de que algo no está bien, sin olvidar la ternura con que nos muestra que el control es solamente una ilusión.

Cuando hay dolor, hay dolor, lo demás son solo modos de darle la vuelta hasta que vuelve a doler, hasta volver a la súplica: ayuda, algo, alguien.

Hasta hace poco pensé que sabía algo de lo que es que duela por dentro. Pero ahí dentro no hay parámetros, ni un cartel donde se nos pida indicar nuestro dolor del 1 al 10.
Justamente anoche mientras arropaba a mi  hija en su cama, no pude disimular que no podía más con la espalda. Terminé de desearle dulces sueños y entre dientes hilaba todas las groserías que me sé y que mi abuela intentó inútilmente desterrar de mi vocabulario, para caminar jurándome que hoy iría al médico.

A punto de salir de la habitación escuché a mi hija preguntar:
— Mami, y si vuelves a enfermar quién cuidará de nosotros.
Hemos conversado acerca de ello infinidad de veces a lo largo de los últimos dos años y, por un momento me extrañó la pregunta. Un dolor me recorrió desde la cintura hasta la espalda sin olvidarse de tocar al corazón, el marco de la puerta me sostuvo un poco. Retrocedí para verla, sus ojos preguntaban si la había escuchado.
Sí hija, claro que te escuché. Y tú has puesto atención las veces que hemos hablado sobre ello.

Ninguna de las dos, a estas alturas tenemos certeza alguna.

Ayuda, algo, alguien.

Todo fuera como explicar a una niña que por ley de vida su madre estará con ella. Sonrió y se acomodó en la comodidad de su almohada, sabiendo qué hacer si el evento se repite. Me fui a mi cama, ahora el dolor se había convertido en reversible, el mañana se hizo hoy.

Cuánto, cuánto, cuánto puede doler el dolor ajeno.

Desde mi posible nervio inflamado no dejo de pensar en mi hija. Necesito medicamentos para el dolor, los necesarios para moverme con libertad,  pero no quiero ninguno para el corazón ni para estas ganas inmensas de llorar. Porque el dolor detrás de sus palabras se coló; contundente, preciso, tajante, hasta cuestionarme el hacia dónde voy.

Cuando hay dolor, solo hay dolor pero también esa oportunidad de conexión que involucra a las personas de forma indeleble y desafía esa ley natural que rige la propia vida y da la fuerza para resistir un poco más y... hasta más.

Hay preguntas que, incluso, resignifican el sentido de la vida y te devuelven la vitalidad, hace que se olviden los dolores físicos y las frivolidades.

Claro que te escuché, hija. No tienes idea de qué tan profundo.



A.

26 comentarios:

  1. a veces lo que hace el cuerpo es hacernos llamadas de atención.
    quiza un poco de reposo... un té un achucho co abrazos con tu hija

    ánimo

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    1. Me atrevo a decir que hay abrazos que lo pueden todo.

      Gracias por pasarte. Un beso.

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  2. En el dolor
    viaja el grito del cuerpo
    que clama vaciar
    la mochila
    donde ponemos
    todo lo que
    no deseamos ver
    o dejar ver
    a los demás que guardamos.

    Besos

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    1. Y a veces حزقيال, a nuestro cuerpo le da por gritar por si no lo hemos escuchado.

      Gracias por pasarte, y por esa "plegaria para un niño dormido".

      Un beso.

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  3. Vaya, lo siento.
    El invierno es una fuente de lumbalgias.
    Sé por experiencia lo mal que se pasa y sé también que cuando uno se ve tan imposibilitado y mermado lo primero que pasa por la cabeza es un sinfín de tristezas.
    La lumbalgia desaparecerá, ya sabes, calor, antiinflamatorios, caminar lo más pronto que puedas y de aquí unos días ya estarás bien.
    Lo del corazón ya es más jodido.
    También lo sé por experiencia.
    Esa forma de sentir no se puede cambiar.
    Para lo bueno y para lo malo.
    Que te mejores.
    Un beso.

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    1. Gracias, Toro.
      Sé que lo sientes. :)
      Pero ya estoy mucho mejor, aunque si, concuerdo contigo,
      se lo pasa uno fatal.

      Con el corazón, hay que tener más cuidado. Sólo ahí es cuando me atrevo a automedicarme.

      Un beso.






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  4. Mi niña, pero qué bonita eres...

    No te lo voy a saber explicar muy bien, pero voy a intentar contarte algo que me sucedió hace muchos años. Estaba en una reunión de práctica intensiva de meditación junto con otras 60 personas. Era el tercer día, y aquella tarde llevaba más de seis horas batallando con mis fantasmas, inmóvil, sentado en un cojín de cara a la pared. Hacía ya demasiado tiempo que el dolor de piernas y espalda se habían convertido en una agonía insoportable. Cuando estaba a punto de tirar la toalla sonó la campana. A duras penas me puse en pie dolorido. Se había formado una cola de personas para recoger los zapatos antes de salir al exterior. Entonces levanté la mirada y mis ojos se encontraron con los de mi compañero de al lado. Un señor mayor que llevaba tanto tiempo como yo batallando contra sí mismo en el cojín. Durante esos días, aun sin poder hablar, había llegado a sentir perfectamente lo mal que lo estaba pasando... Y, en ese momento, algo pasó. No tuvo nada que ver con una cosa que yo pensara; se trató más bien de un conocimiento directo difícil de explicar. Si lo intentara poner en palabras sería algo así como que llegué a saber que sólo existía un único sufrimiento que atravesaba a todos los seres. Que todos estábamos unidos en ese único dolor. Que no había separación, ni distancia... Y las lágrimas empezaron a brotar y tuve que bajar la mirada y disimular, muerto de vergüenza, mientras extrañamente una oleada de algo cálido me atravesaba y atravesaba a todos y cada uno de los seres en los que mis ojos se posaban...

    Jo. Ponte buena pronto cariño.

    Gracias por recordarme lo importante. Te quiero.

    https://www.youtube.com/watch?v=O-1o9mQt6LI

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    1. Oh, has conseguido que me muerda el rebozo! Jajaja

      Qué te digo. A veces, cuando la vida confunde, las personas queremos aferrarnos a la lógica, a las garantías.
      Casi nadie nos dice que los misterios se atraviesan mejor con el corazón abierto y con mirada de curiosidad.

      Gracias a ti que un día me señalaste el camino para verlo. Lo importante.

      Yo también te quiero!


      Ya até mis zapatos.
      :)


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  5. Espero que ya te encuentres mucho mejor y que sea temporal.
    Un largo abrazo.

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    1. Pasó, Sara! Estoy mejor, gracias.
      Me quedo en ese abrazo, y te beso.

      Muaaaack

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  6. Tu mundo está burlandose de mi ....
    jajajaja
    Solo son copias malas...Y ridiculas
    Cuidate, si us plau.

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    1. Anónimo, quizá mi mundo se ríe contigo y no te fijaste bien.

      Todos somos copias malas, unas más que otras. Pero si es la vida.

      Cuídate tu también.

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    2. Sigue a tu corazon preciosa.

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    3. Los dolores del corazón deben tratarse con paciencia

      Besos

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    4. Sin olvidar querido Óscar, que a veces lo que nos hace volar también nos hace caer.

      Un beso.

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    5. Soy malísima para rastrear senderos, anónimo.

      Gracias por el consejo.

      Un beso.

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  7. Intensidad de vida. Mezcla lo cotidiano con lo realmente humano, lo doloroso con caducidad, con lo que duele por no tener remedio. Tu hija te hizo la pregunta que más miedo da hacer, fue valiente y tú más.

    Un cuídate, un abrazazo.

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    1. Y es que la vida es así, intensa.
      De valiente, nada mi querida María.
      Tiemblo como un ratoncillo, créeme.

      Tú también cuídate, hermosa.
      :)

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  8. algo ocurre...actualizas publicaciones pero a mí no me sale una nueva entrada

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    1. Debe ser en mi otro blog.

      En "Pulmonario".

      :)

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    2. http://asilosientealexg.blogspot.com

      También lo puedes encontrar en mi perfil.
      :)

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  9. Que tengas buen día, A ✏

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  10. Tú también Iván.
    (No importa cuando leas esto)
    :)

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¿Y el tuyo?