Manías
Se me suicidó la esperanza desde la cornisa de la decepción. No me extraña, todos morimos de algo en algún momento de esta vida.
A veces de envidia, de tristeza de miedo, de hambre, de frío, los más afortunados mueren de risa, pero morir de rabia, de celos... es la peor forma de morir.
Parece que los ídolos son demasiado frágiles. Se rompen en miles de pedazos para cortarnos los pies cuando nos toca caminar sobre ellos. Parece que se hicieron para rompernos, para enseñarnos cuán frágiles son y cuán soberbios somos los otros.
Parece que algunos nacieron muertos sólo para que no tuviéramos que matarlos y para que pudieran yacer así, siempre muertos.
Hay quienes ejercitan el dolor y sudan llanto, yo ejercito el llanto para sacar el dolor.
Ando regada por la vida, no es fácil. No tengo raíces, no sé de donde alimentarme, me he acostumbrado a las cosas temporales. Como esas plantas que se alimentan del aire, con raíces aéreas de esas que se enredan y forman barreras para que nadie entre, o tal vez... que nadie se me escape.
No tengo un camino de regreso, ni cuerpo donde refugiarme.Ya no hay ruta que me incluya ni mapa para guiarme, ya no hay atajos que me ahorren el delirio. Mi hogar lo llevo conmigo, y lo voy regando en mis descansos, en mis escombros, en los espacios en donde gocé y lloré, me instalé, viví, empaqué y me fui.
Me da pánico pensar que estoy esparcida, que no sólo hay personas que nunca recuperaré sino fragmentos de lo que pude haber sido.
Y es que de tanto quedarme callada, ya se me agotó el silencio.
Hay un lobo que me habita, evito encontrármelo, temo que al verme quiera huir de mi, como siempre, como todo. Aunque la tragedia sea que nunca huya de sí mismo.
No lo acorrales.
A.
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hay pedacitos que dan forma a otros, e incluso sentido en ocasiones. El pensar en lo qué pudo haber sido o lo que fue, suele ser un pequeño cortocircuito que deja repercusiones
ResponderEliminarel lobo que nos habita puede ser fiero...aunque siempre tiene la esencia de uno mismo. ¿ Qué mejor manera de conocerse?
Besos
Y de encontrar la calma, Oscar.
EliminarBesos.
Mi signorna guapa no se puede abrir demasiado la mano y abarcar más de lo que puede, se le escaparan entre los dedos.
ResponderEliminarDebe poner primero las piedras grandes en su frasco, después las pequeñas, seguido de la arena y por último el agua...
Si lo hace al revés no le entrarán las piedras grandes" las importantes" en su frasco.
Después no es fácil ser piedra y no rodar..
Ps: Me pido ser primer y piedra grande.
Beso sus ojos y su imagen
S
Ah, usando la psicologia como estrategia. :)
EliminarEs verdad Sicilia, la de veces que priorizamos las cosas más pequeñas frente a las que tienen más valor para nosotros.
Gracias por el beso.
Va un cargamento de ellos para usted.
:)
No le doy importancia a nada y eso me evita sufrimientos.
ResponderEliminarBesos
EliminarQuiero ser como tú, Chaly!
Más besos.
Es que no hay que obsesionarse con los supuestos ídolos, menudos son. A veces uno descubre que no son más que una pose para vender, y entonces más que romperse estallan para siempre. Y casi mejor que haya pasado así. Y no pasa nada por ser una vagabunda en la vida, al final encontrarás tu camino y seguro que descubres que te gustó bastante haberlo andado.
ResponderEliminarSerá la costumbre, Holden.
EliminarEn los pliegues de ese camino, encontraré mis alas. :)
Un beso.
Todos llevamos dentro algo de lobos y corderos. nada cambia sino la esencia que quienes somos o como somos. Quizas la mejor manera es conocerse a fondo... Hermoso poema A
ResponderEliminar
EliminarContratiempos del aprendizaje, solo contratiempos.
Gracias Demian, un beso.
Algunos morimos de amor
ResponderEliminar:'(
ResponderEliminarBah!
No te creo, Carlos.
Y esa lagrimilla?
Jajaja.
Un beso.
Hay letras que enamoran, pero eso ya lo sabes.
EliminarArisca.
En algún momento de mi vida tuve un ídolo en el que reflejarme. Huyó por alguna razón y me quedé con aquella imagen. Un día, creyéndome aquél, rompí el espejo en mil añicos y, ¿sabes qué había detrás? La realidad.
ResponderEliminarNo extraje agua de mi cuerpo, no tengo esa capacidad, pero me llené de una ceniza que voy soltando por doquier. Quizá algún día me deshaga de ella, pero temo que será demasiado tarde. Mientras tanto, sigo esa frase tan útil de "búscate la vida".
Perdona por meter un trocito de mi historia en tu brillante exposición. Algo me has recordado, algo que daría para una entrada y seguramente para mil.
Eres un genio. Pero sólo porque no admite el género femenino. En cualquier caso, eres genial.
Un beso :-)
EliminarLa realidad descorazona siempre Sbm, pero apabulla un poco menos cuando las personas tienen cierta visión realista del mundo.
Tus comentarios me gustan y si cuentas un poco de ti, más. :)
Gracias, pero tú si que eres genial.
Un abrazo.
Ten cuidado, algunas manías matan....
ResponderEliminarBesos =)))
EliminarCreo que las mías no son letales, Lili. Pero gracias por la advertencia.
Un beso.
No sé si manías, Alex, pero sí que relatas con belleza lo que quiera que albergues en ti, lobo incluido.
ResponderEliminarMe consta que juegas con las palabras y las realidades con fuerza y determinación… Lo que ya no tengo tan claro es si hay una meta a la mano al final de ambas.
Un abrazo.
ResponderEliminarNo, todo es sin expectativas mi querido Ernesto, mi experiencia me dice, que ellas todo lo joden. :)
Gracias por pasarte.
Un beso.
Trechos hay tan sombríos
ResponderEliminarCómo pudo ser Nos preguntamos
Y temblamos
Y el alma llora
Desconsolada
Llora
Y pasa el tiempo
Y todo cambió
Nunca más esa felicidad tan linda
Volvió
Y algo hay que hacer
Construir otra vez
Crear bases de nuevo
Levantar paredes
Que sea una construcción
Lo más sólida posible
Y será el nido
El hogar
Será aquel lugar especial
El fuerte donde el corazón se resguardará
Y sobre ese techo lloverá
Sobre ese techo el sol alumbrará
Y tus ojos
Y tu ser
Todo
Ahí
Vivirá
EliminarEres generoso conmigo.
Un abrazo.
Alejandra
ResponderEliminarNo intento ser generoso
Un abrazo
Un abrazo