Contradicciones

 
 
 
Anoche dormí por primera vez en mucho tiempo dentro de mi, había tanto silencio que me parecía escuchar a mi corazón hablar.






Estoy acostumbrada a las cosas temporales, porque todo siempre me ha parecido transitorio, con fecha de expiración. Sin embargo hay sentimientos que no cesan, que crecen dentro de uno y se quedan ahí acampando por décadas y crecen tanto que te obligan a salir de ese cuerpo en el que has habitado desde siempre. Entonces te conviertes en nómada no por convicción y mucho menos por rebeldía. Por necesidad te mudas de una sensación a otra más como huída que como viaje, pero siempre en el intento de descansar en el lugar que menos duele.

Tengo una afición a los espacios, a las palabras, a los mensajes, a lo dicho, a lo hecho, a la nostalgia, y mi desapego es siempre la graduación a mis intentos por recuperar lo que fui y dejar de sentir que soy más fugitiva que viajera, más vagabunda que turista, sentir que soy más mía... que suya.





 
 
 
 
 
Un hombre no debe ser un enigma...
 
Un sentimiento no puede ser un acertijo...
 
Un recuerdo no debe ser un rompecabezas...
 
El silencio no debería ser lo único que escucho...
 
 
 
La vida no se debería sentir vacía
tan llena de gritos
tan falta de certezas.

Mi vida no debería ser las dos caras de la moneda.